Pepa Horno Goicoechea

Pepa Horno Goicoechea

Transformar la belleza y el alma

Estos días han estado llenos de pequeños grandes acontecimientos, de esos que transforman el alma. Van algunos:

Mi hijo ha sacado su primer diez.

Y otro día le dijo a su madrina «Si quieres tener a alguien que te quiera de verdad, ten un hijo. Él te querrá, como yo a mami»

Y otro a su tía «No te arrugues, no te me vayas a morir»

Uno de mis sobrinos ha cumpido 18 años. Radiante, enamorado y con esa sensación de todo por delante. Y todo el orgullo de sus padres y de su tía.

Y hoy una familia con dos niños acogidos con discapacidad severa, cuando les he preguntado por qué los habían acogido, me han dicho: «Porque si dices que sí, te llenas de felicidad, y si dices que no, se te queda una tristeza dentro del corazón que ya no se va»

Y además salió el sol. Al fin, tanto sol fuera como lleva brillando unas semanas por dentro de nuestro hogar por varias razones:

Porque mi hijo empieza a ver belleza en sus puntos, como el de este video que me han enviado y me ha hecho llorar. Gracias, Jacobo.

Porque hemos renovado Espirales CI de una forma mágica como la vida, y llena de sentido. Con dos personas increíbles. Y es, si cabe, aún mayor privilegio.

Y porque dentro de muy poquito cumplo los 40 con más paz interior y amor rodeándome del que pude soñar.

Espero que el video os guste y os llene de sol.

Pepa


5 comentarios a “Transformar la belleza y el alma”

  1. Gracias por esta entrada llena de mensajes que nos llenan también el alma a los que te leemos.. que suerte que en el mundo haya personas como el matrimonio que comentas….
    y que suerte que tu hijo empiece a descubrir la belleza de los puntos.. Precioso cuento este que deberíamos leer todos los que de alguna u otra forma educamos…

    Maria

    1. Gracias María, Diana, Vale! Es increible verle descubrir su forma única de crear puntos 😉
      Un abrazo a las tres,
      Pepa

  2. sirva mi más grande admiración, para que siga compartiendo esos grandes acontecimientos con nosotros, porque ahora que me doy cuenta, tal vez a mi se me pasaron algunos con mis hijos; pero estoy satisfecha porque como lo dije fueron algunos.

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